jueves, 25 de abril de 2013

Capitulo XXI

El resto del día traté de relajarme lo más que pude en mi habitación y en la noche cené junto a Blad, discutimos de lo que haríamos al día siguiente, debíamos regresar al lugar en donde estaba cuando desperté, teníamos un misterio que resolver y era algo que no podíamos dejar sin respuesta.  Brindamos con una copa de sangre que la verdad estaba deliciosa, y ahora ya me volvía a sentir yo misma.
Cuando terminamos de cenar fuimos cada uno a nuestras habitaciones, necesitábamos descansar pues al día siguiente nos esperaba un día ocupado.

A la mañana siguiente desperté un poco preocupada por lo que me esperaba ese día pero estaba decidida a averiguar que era lo que había pasado conmigo, quien había sido el responsable de mi cambio y si había alguien más conmigo, si tenía familia, amigos... no podía deja una vida a la mitad, ni aunque fuera la misma, no era justo para nadie hacer eso
Bajé al comedor y Blad ya estaba ahí, sentado con unos pantalones de mezclilla y una playera de color claro que lo hacía ver menos pálido.
--El día de hoy debemos pasar desapercibidos para que nadie sospeche lo que hacemos --Dijo Blad adivinando lo que estaba pensando --Aunque sea extraño debemos parecer humanos.
--De acuerdo --Dije tratando de no lucir nerviosa, pero la verdad no creía que lo estuviera logrando.
--Pero primero deberías beber algo --Blad hizo una seña y una mujer menuda me trajo una copa de sangre en el minuto y me sentó muy bien, me relajó lo suficiente como para poder enfrentar lo que se venía.
Una vez terminado el desayuno subí para ponerme algo que luciera humano, me puse uno pantalones de lona  azules y una camiseta de color morado para no verme tan pálida.
Bajé de nuevo a la sala y ahí estaba Blad parado al pie de las escaleras con unas llaves en la mano
--Esta vez yo conduzco, no queremos llamar demasiado la atención.--Yo simplemente asentí así que salimos  al jardín y un auto deportivo color negro estaba al frente de la puerta.
--¿A eso le dices no llamar la atención? --Comenté irónicamente
--¿Qué puedo decir? me gusta la velocidad --Blad se encogió de hombros al contestar pero siguió caminando, iríamos en busca de la verdad...

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