jueves, 7 de marzo de 2013

Capitulo XVIII

Al día siguiente aun me sentía un poco mareada por la velada del día anterior así que decidí tomar una ducha antes de salir a comer algo, me sentía extraña, en realidad sedienta.  Era como si el alcohol me hiciera necesitar más sangre en mi sistema.  Me vestí rápidamente con un vestido blanco suelto que había en el armario y salí de mi habitación
Cuando finalmente bajé al comedor Blad aun no había bajado aunque la mesa ya estaba preparada, yo me senté y de inmediato llegaron a servirme comida y una copa de sangre para acompañar; me sentí mucho mejor después de haber bebido toda la copa pero aun así tuve que beber otra más para volver a la normalidad.  
Blad seguía sin bajar y estaba empezando a preocuparme así que cuando terminé de comer subí hasta la habitación de Blad para verificar que todo estuviera bien.  Subí con cuidado las escaleras pues aun llevaba mi copa de sangre en una mano y no quería derramar nada.  Cuando llegué a la habitación de Blad él estaba aun dormido, estaba medio cubierto por sus sábanas blancas y se miraba tan bien que no pude resistirme a acercarme, me senté a la orilla de su cama para admirarlo. me sentí un poco extraña pero empecé a acariciar suavemente su cabello mientras tenía aun la copa de sangre en la otra.  
Creí que Blad no había despertado hasta que lo descubrí con una mirada fija en mi, entonces dejé de acariciarlo 
--Lo siento, no era mi intención despertarte --Me disculpé mientras desviaba la mirada de él 
--No te preocupes, fue una linda manera de despertar --Dijo Blad mientras me sonreía --Veo que tu despertaste hace un rato --Entonces señaló mi copa y acercó su mano --Te molesta si yo... --le di la copa sin duda y el pareció muy agradecido, aparentemente él sentía la misma sed que yo
--Gracias --Dijo mientras se sentaba en la cama para tomar el sangre que aun había en mi copa. 
--Sería mejor si bajaras a comer algo ¿no crees? --Empezaba a creer que mi presencia ahí ya no era apropiada 
--No, no lo creo --Dijo mientras me pasaba de nuevo la copa que ahora estaba vacía, entonces recostó su cabeza sobre mis rodillas para poder verme de frente pero yo no pude más que ver al frente pues estaba muy apenada. 
--Si tu lo dices --dije hecha una piedra mientras Blad simplemente se reía. --no es gracioso sabes --Le dije 
--Claro que lo es --Contestó con una sonrisa pero se levantó de mis rodillas en vez de eso se sentó a mi lado y me sentí un poco más tranquila. --¿Pero sabes qué sería más gracioso? --Preguntó Blad con una sonrisa más grande. 
--¿Que cosa? --Me estaba empezando a poner nerviosa de nuevo pero no me quedó más remedio que voltear a verlo. Entonces Blad se acercó aun más a mi, estaba a 5 centímetros de mi rostro, yo me quedé completamente congelada. 
--¿Ves como si es más divertido? --Dijo Blad mientras se alejaba ligeramente 
--¡Que sentido del humor tan extraño tienes! --Le dije mientras me levantaba y salia de su habitación