Cuando regresamos a la casa la habitación en la que me había quedado estaba de nuevo ordenada pero ahora había un gran armario en él listo para que acomodara mi nueva ropa como yo quisiera, me sentía un poco mal porque era como si me aprovechara de Blad y no me gustaba, sentía que necesitaba darle algo a cambio por toda su amabilidad pues básicamente se estaba encargando por completo de mi y aunque lo necesitaba seguía sintiéndome mal pero antes de poder acomodar mis cosas una mujer menuda
--El señor Blad pregunta si le haría el honor de bajar a almorzar con él --Ni si quiera me había percatado de la hora que era y ya eran las 2 de la tarde
--Desde luego, bajo en un momento --Dije pues quería ponerme algo de la nueva ropa que había comprado para lucirla con Blad, esperaba que al él le gustara porque después de todo el la había pagado
Me vestí con una linda blusa de vuelos de color blanco y unos zapatos bajos blancos, luego de esto bajé al comedor donde Blad me esperaba con una copa de sangre en la mano y una mirada perdida en el infinito pero a penas me vio con la ropa nueva soltó una sonrisa
--¿Te gusta? --Pregunté mientras daba una vuelta para que pudiera verme de todos los ángulos posibles
--¡Te ves hermosa!| --Blad parecía impresionado con el nuevo atuendo que tenía --Ahora ven aquí, ya es hora de almorzar algo --Me senté a su lado sin decir nada y en seguida alguien me llevó una copa de sangre a mi también --Dime Zafira, ¿Has logrado recordar algo de tu antigua vida?
--Aun no y me temo que pueda olvidarme de algo --Blad se quedo pensativo por unos instantes --Si quieres podemos tratar de hacer que recuerdes algo más tarde, pero primero creo que debemos almorzar...