martes, 5 de febrero de 2013

Capitulo XVII

Cerca de las 2 de la mañana el baile llegaba a su fin así que no quedó mas remedio que marcharse, estaba bastante cansada y un poco mareada por las bebidas que habíamos tomado pero a pesar de eso no me sentía tan mal, era evidente que mi cuerpo era más resistente desde que me había vuelto un vampiro.  
Cuando salimos había bastante frío así que Blad tuvo la amabilidad de darme su saco; con un ademán llamó al chófer y en un instante la limusina estaba frente a nosotros.  Apenas entramos yo me recosté sobre el hombro de Blad y me quedé profundamente dormida.  Pude sentir movimientos pero en realidad no pude descubrir que era lo que pasaba, estaban tan cansada que la verdad no me importaba.  Cuando finalmente desperté estaba en mi cama, con el camisón puesto así que me levanté a buscar a Blad para darle las gracias, era lo menos que podía hacer después de la noche mágica que habíamos vivido. 
Me acerqué a la habitación de Blad, donde la puerta estaba entre abierta, me asomé antes de entrar y entonces lo vi, Blad estaba en viendo hacia la púerta del balcón que estaba abierto mientras la luz de la luna lo cubría, estaba ya sin camisa y sin zapatos y se podían distinguir sus marcados músculos.  
No tuve el valor para entrar e interrumpir a Blad, los agradecimientos podían esperar hasta el día siguiente. 
Había quedado tan asombrada que no supe que hacer, no sabía que me había causado ver a Blad de esa forma pero sin duda era algo bueno...