Sabía que tenía que salir de ahí de alguna manera así que me asomé por la ventana y estaba en un cuarto piso, la buena noticia es que había escaleras traseras así que podía salir sin ser vista, o al menos eso esperaba. Miré por ultima vez esa habitación en busca de algo que me dijera que había pasado con exactitud pero no había ni una sola pista. Salí por la ventana y traté de no hacer ruido pero con forme iba bajando los pisos parecía que no había nadie ahí, que era un edificio vacío así que no había de que preocuparse.
No recordaba que era lo que había pasado o como había llegado hasta ahí, era evidente que no podía haber llegado ahí yo sola pero no lograba recordar nada, era como si hubiera un espacio en mi memoria acerca de lo que había pasado. Entonces escuché que cerca de ahí había una persona, parecía ser un vagabundo y tenía bastante mala pinta, pero parecía que se había cortado hacía poco y el olor a sangre me llegó desde la distancia; entonces fue como si hubiera perdido el control de mi misma, me acerqué a aquel hombre despacio por su espalda, el no me vio llegar y lo único que probablemente pudo sentir fue cuando lo deje inconsciente. Automáticamente tomé su brazo y lo mordí con fuerza, su sangre sabía a alcohol pero no me importó demasiado, necesitaba alimentarme y eso era suficiente al menos por ese momento. Por suerte pude detenerme antes de matar a ese pobre hombre y no me preocupó que contra lo que acababa de ocurrir pues estaba segura de que nadie le creería. Traté de limpiar toda la sangre que había derramado sobre mi y me retiré como si nada, después de todo no había nada de que preocuparse ahí, tenía cosas más importantes en que pensar. Antes de salir abiertamente a las calles de la ciudad necesitaba ropa limpia pues la que tenía en ese momento estaba derramada con sangre y bastante sucia y podía lucir demasiad sospechosa para andar por ahí. Anduve deambulando por algunas calles que estaban bastante solas cuando encontré una casa en la que parecía no haber nadie y había una ventana abierta, me escabullí hacia adentro y encontré un armario con bastante ropa así que no dude en tomar una playera y un par de pantalones de lona. Los pantalones me calzaron muy bien pero la playera negra me quedaba un poco grande así que tuve que hacerle unos arreglos instantáneos para que no se viera tan mal. Después me tomé la libertad para entrar al baño y lavarme el rostro pues aun había rastros de sangre. Cuando vi mi rostro de nuevo, esta vez en un espejo que estaba mucho mas claro no había tanta diferencia en el, estaba un poco más pálida que de costumbre pero era normal que me viera así, y más tomando en cuenta mi cabello negro, pero sin duda había algo diferente en mi, tal vez eran mis ojos negros que parecían más intensos, como sedientos. Decidí salir de ahí antes de que alguien llegara, se estaba acercando la noche y era el momento de buscar respuestas...